Aún no se van las ganas de siempre buscarte, de tenerte cerca, de besarte hasta el cansancio, de perderme en tus abrazos fragantes de aquel perfume que en el fondo me fascinaba aunque dijera lo contrario. Aún estas en mi corazón y mis pensamientos deambula por la sala de redacción de aquel periódico cuyo nombre no recuerdo.
Sé que ha pasado algún tiempo desde que decidiste, en aquel cuarto, donde el miedo nos hizo nada, decir no más. Fue duro salir de mi engaño, despertar de profundos sueños construidos a base de nada, de darme cuenta de que lo que quedaba entre nosotros no era suficiente, por lo menos no para ti.
Te quise, te quiero….. Creo que me cansé de decírtelo y no me da pena decírtelo de nuevo , pero no puedo pasar el resto de mi vida aferrada a ti y es por eso, que hoy te dejo ir, te dejo ser libre para que seas feliz, para que encuentres lo que verdaderamente estás buscando, para que tus madrugadas se pinten de colores nunca antes pensados, para que tu sonrisa nunca deje de brillar y para que al caminar , por una calle , cualquiera que sea, aprecies las cosas simples que te muestra la vida.
Me llamas, no me llamas, me tomas, me dejas, me mientes, me ilusionas, haces que mis sueños se hagan realidad, que una ciudad se me incruste dentro y que las cosas se me escapen de las manos.
Estar contigo es apostar por nada, es saber que las cosas están mal pero creer que están bien, es tener la convicción de que esto puede funcionar a pesar de tus inconvenientes, es querer encender mi mundo a pesar de la oscuridad que nos rodea. Hoy, especialmente , siento que perdí la cuenta de las veces en que hemos prometido deshacer nuestros besos y abrazos y apostarle a un olvido lleno de silencio y deseo. Tal vez esto último, sea lo mejor o lo peor, quien puede demarcarlo?, ¿ Tú?, ¿Yo?, ¿El destino?..... Aún es una pregunta sin respuesta y una respuesta sin ganas de hacerse realidad.
Las mejores cosas surgen de repente, sin planearlas, sin carga teórica en la cabeza, sin percatarse de las intenciones ajenas y mucho menos de las propias, las mejores cosas surgen, cuando un día cualquiera, de esos que suelo llamar normal, alguien te hace sentir completamente vivo.
Suelo ser despistada, nunca digo lo que verdaderamente siento por temor a que me lastimen, odio que me hagan esperar y odio más, muchísimo más, terminar en una cita con un tipo que lo único que haga sea hablar de sí mismo. Pero no solo odio, no se asusten, no suelo ser tan pesimista, también amo, amo comer obleas con arequipe o arepas de dulce, amo contar las estrellas, aunque mi papa diga que es caso perdido y amo mucho más, crear figuras de animales con las nubes. Pero a pesar de que ame y odie cosas con la misma intensidad, me fascina esa nueva conceptualización de Sentirse vivo.
Sentirse Vivo, hace rato no experimentaba dicha sensación, es querer que el tiempo no corra, que los abrazos y muchos menos los besos terminen, es querer contemplar sin perder la mirada, es acariciar sin dejar de sentir un solo instante. Muy pocas personas han tenido la capacidad de hacerme sentir de esta manera y las que lo han logrado, suelen desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Esta es mi realidad, así soy, un poco loca, un poco temperamental y con ganas de cierta exclusividad que tú no me puedes ofrecer.